Isidro

Ha vuelto a ocurrir. Lo he visto, lo juro. Yo estaba cruzando la carretera en mi bici, he mirado a la derecha y ahí, parado en el semáforo, en una scooter, estaba él.
A decir verdad no era él. Lo sé porque Isidro murió el lunes. Lo descubrí por casualidad, a través de un enlace en una noticia que estaba leyendo y que nada tenía que ver son su muerte. Ni siquiera recuerdo qué noticia era. "El Zaidín se queda huérfano" decía el enlace. Y yo lo miraba como una idiota, con la mano encima del ratón, sopesando si abrirlo o no.
El caso es que me ha vuelto a pasar. Como siempre he aguzado la vista, he mirado al hombre de la scooter fijamente casi a punto de sonreír para saludarlo, recordando la manera peculiar que tenía Isidro de hablar y de estar siempre contento. Y cuando estaba por levantar la mano a modo de saludo con el consabido "hombre, cómo tú por aqui?" he recordado que no, que no podía ser él, que nunca volvería a ser él.
Sin embargo de alguna manera me reconforta saber que me lo volveré a encontrar al doblar cualquier esquina, aunque sea solo por una milésima de segundo antes de tener que agachar la cabeza y seguir mi camino.

Comentarios

Entradas populares